La Torre Agbar de Barcelona es un rascacielos de 38 pisos y 145 metros de altura que destaca por la peculiar forma que tiene su estructura.

Cuando llega la noche, sus más de 4.000 luces de colores se encienden iluminando la torre y el cielo de Barcelona.  Sin duda es una atracción turística para cualquiera que ponga los ojos en ella.

Ubicada entre la Avinguda Diagonal y la Calle Badajoz, cerca de la Plaça de les Glòries Catalanes, marca la entrada al nuevo distrito tecnológico de la ciudad, el 22@.

Hicieron falta seis años de intenso trabajo para construir la Torre Agbar de Barcelona y que el proyecto se hiciera realidad. Más de 1.100 profesionales y operadores colaboraron y trabajaron noche y día.

La Torre Agbar de Barcelona fue diseñada por el arquitecto francés, Jean Nouvel en asociación con la firma española b 720 Fermin Vázquez Arquitectos y construido por la empresa Dragados.

Se dice que Jean Nouvel fue inspirado por el legado arquitectónico que dejó Gaudí y por las colinas de Montserrat para realizar este proyecto, sin dejar de lado las raíces y la cultura barcelonesa.

La torre lleva el nombre de su propietario, el Grupo Agbar, un holding cuyos intereses incluyen la compañía de agua de Barcelona: ‘Aigües de Barcelona’.

A día de hoy, Aigües de Barcelona pertenece al Grupo Agbar, sociedad financiera que consta de un total de 220 empresas que atienden varios sectores de la infraestructura urbana.

Dado que el agua es el foco de la compañía, la Torre Agbar representa una fuente de agua que cambia constantemente la apariencia de la torre.

Progresivamente, el edificio cambia su iluminación con lo que la chapa de aluminio de unos 40 tonos diferentes, refleja la luz produciendo dicha metamorfosis de colores durante la noche.

Revestida con miles de láminas de vidrio que hacen la función de pantallas solares, éstas, pueden inclinarse en ángulos diferentes para garantizar de forma eficiente el reflejo de la energía solar.

Además, el espacio existente entre las láminas de vidrio y la fachada permite una circulación natural del aire en el edificio que consigue evitar presiones extremas sobre la estructura.

Una vez que la Torre Agbar se terminó durante el mes de junio de 2005, rápidamente se convirtió en un icono arquitectónico de la ciudad de Barcelona. Tercer edificio más alto de la ciudad después de la Torre Mapfre y el Hotel Arts, es uno de los edificios más famosos y uno de los símbolos que identifican la capital catalana.

Muchas personas criticaron el proyecto porque las características estéticas del edificio no encajaban en la arquitectura de Barcelona pero la Torre Agbar se hizo tan popular que ya se ha convertido en un fijo de las rutas del bus turístico y de cualquier viajero que visite la ciudad. Incluso muchos turistas visitan su interior.

La parte negativa de cara al turista la encontramos en que si se quiere disfrutar de sus maravillosas vistas de 360º de toda la ciudad desde el punto más alto de la Torre Agbar, resultará imposible ya que al ser un edificio de oficinas, éste no está abierto al público. Aunque existe la oportunidad de visitar la exposición del Agua en el vestíbulo de la torre, la cual muestra la historia del tratamiento del agua en la ciudad durante todos sus años de historia.

Sin embargo, en un futuro está previsto que la torre se reinvente en el Grand Hyatt hotel.

La idea es que la Torre Agbar sea como la Torre Eiffel de París pero en la ciudad de Barcelona.

El grupo andorrano Emin Capital invertirá en la operación los 150 millones que pagará a Agbar y otros 50 en la reforma del edificio. Una operación costosa que precisa algo más que un hotel para que salgan las cuentas. Así que la torre contará con diversos negocios complementarios tales como un mirador de pago en la cúpula, un bar lounge con vistas y un restaurante gestionado por un chef de reputación internacional.

Video : https://www.youtube.com/watch?v=ZvpYpAeDmxg

Programa de iluminación de invierno: desde las 19:00h hasta las 23:00 h

Programa de iluminación de verano: desde las 21:00h hasta las 24:00 h