El Parc Güell es una de las obras más bonitas y destacadas de Gaudí en Barcelona. Este parque fue un encargo del empresario Eusebi Güell. Su idea era crear un espacio de diseño para la aristocracia de Barcelona. Es mucho más que un parque ya que su creador lo concibió como ciudad jardín.

En la obra de Gaudí tiene una gran influencia la naturaleza. En ella se basaba el artista para crear todo un universo en forma de esculturas. En sus obras podemos observar tanto referencias al mundo vegetal como al animal.  La vegetación del lugar se convierte en un elemento más del parque, en el que abundan algarrobos, robles, pinos y otros árboles.

La entrada principal del parque está situada en la calle Olot. En la puerta nos dan la bienvenida una escalera monumental presidida por una salamandra. Una escultura realizada en piedra y adornada con cerámicas de colores. Una imagen que se puede encontrar por toda Barcelona y que se ha convertido en todo un icono para residentes y visitantes.

En el interior del Parc Güell hay un camino apoyado sobre columnas que se retuercen y parecen salir de la tierra como si fuesen troncos de árboles. Un efecto natural que parece reflejar la naturaleza.  En la parte superior hay una terraza desde la que se puede observar todo el parque y disfrutar de una bonita vista de Barcelona. Podrás descansar en uno de los originales asientos decorados con mosaicos de cerámica. Los colores llenan todo el parque y crean originales juegos de luces al reflejar la luz.

Esta obra de Antoni Gaudí atrae cada año a miles de visitantes. En el año 1969 fue declarado Monumento Histórico-Artístico de Interés Nacional y en 1984 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Una experiencia imprescindible que podrás disfrutar durante tu visita a Barcelona.