Con la llegada de la Navidad a la capital catalana la ciudad se transforma para vivir estos días de celebraciones con una gran intensidad. Es en este contexto cuando se montan las tiendas al aire libre que forman los mercados navideños de la ciudad. El más conocido y famosos de todos ellos es la Fira de Nadal de Santa Llúcia, de la cual os hablábamos en el artículo de las celebraciones de fin de año en Barcelona. Se trata como ya dijimos de una mercado de tradición centenaria y que goza de una afluencia de público entusiasta año tras año, siglo tras siglo. Si viajas a Barcelona a finales de diciembre, si estás planeando una escapada familiar para celebrar las navidades aquí, estamos seguros que en alguna de las jornadas te acercarás a dar una paseo por este mercado. Está situado justo en frente de la Catedral de Barcelona, en pleno centro y a tocar de las calles más emblemáticas del Barrio Gótico.

En el mercado navideño de Santa Llúcia encontrarás todo tipo de productos para la decoración de la casa en estas fechas tan señaladas. Abetos, luces, velas, todo tipo de figuras para el belén, figuras de Santa Claus, estrellas, muérdago… y también dos productos de la más pura tradición catalana. No son otros que el tió de Nadal y el caganer.

El primero es un simpático tronco al que hay que alimentar en las casa hasta la Nochebuena. Tapadito con una manta va «engordando» y en Nochebuena los niños cantan canciones mientras le arrean unos golpes. El tió es forzado a defecar soltando en ese momento sus regalos por debajo de la manta. El otro personaje típico de la Navidad que encontrarás en Cataluña es el caganer, que no es otra cosa que una figura del belén haciendo sus necesidades. Es un personaje muy querido y que a los niños les encanta. En los mercados navideños podrás observar que es tal el fervor provocado por el caganer que algunas tiendas lo venden exclusivamente en sus mil y una adaptaciones. El caganer Darh Vader, el caganer Messi, el caganer Obama, y así hasta el infinito. Si no tienes un caganer de tu persona no eres famoso.

Dejemos la escatología y vayamos a otro mercado navideño muy interesante, el de la Sagrada Familia. A los pies de la gran obra del genial Antonio Gaudí también podemos aprovisionarnos de materiales y regalos para la Navidad. Los productos que aquí se venden son muy similares, pero quizá no sea un mercado tan concurrido. Tiene la ventaja también respecto a Santa Llúcia que está dispuesto alrededor de un parque, en cuyo interior podremos descansar un momento si lo necesitamos. Por ejemplo si vamos en familia y con niños pequeños. En el mercado navideño de la Sagrada Familia podrás matar dos pájaros de un tiro al visitar el Templo de la Sagrada Familia y comprar un detallito navideño al salir.